Ernest Lluch era militante del Partido Socialista Obrero Español y llegó a ser Ministro de Sanidad en la primera legislatura.
Por las razones que fueran, que no vienen al caso, abandonó la carrera política para dedicarse a la docencia. Este "defenestramiento" le acercó a la vera de Jordi Pujol i Soley, que le mimó, regó i cultivó como persona afecta al regimen nacionalista.
Ésta era (y sigue siendo) la estrategia de Pujol: comprar voluntades y opiniones en TODAS PARTES, en todos los partidos (ERC, PSC, ICV, ...), universidades y medios de comunicación para conseguir que Pujol, léase el Catalanismo, estuviera por encima de ninguna crítica posible en Cataluña.
Sé que muchos vais a empezar a criticar a Piqué, pero a lo mejor os lleváis una sorpresa si empiezo a sacar nombres ilustres del "Calorcito" Pujolista. Algunos de ellos españolistas de pro.
De muestra un botón: ¿alguien tiene listas de miembros del Círculo de Amigos de Cataluña en Madrid?
Cuando tienes 800.000 millones de pesetas al año para gastártelos en que hablen bien de ti y de tu catalanismo, en autopromoción, porque te da igual gobernar mal (porque la culpa la tiene Madrid) consigues que toda una región se convierta a tu religión.
Una re-pregunta, ¿en qué narices se gastó el PP los ocho billones de pesetas de déficit de RTVE durante sus ocho años de gobierno?
Porque ellos sí que saben.
Menos DEfensa de la NAción ESpañola y más gastárselo.
PNV y CiU llevan billones gastados contra España. ¿Y España para defenderse?
¿Quién quiere ser de una nación tacaña y roñosa?
2006/10/06
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3 comentarios:
JPP ramírez diría rotundamente que sí.
800.000 millones de pesetas era el presupuesto de la Generalitat de Cataluña hasta el año 1996. Ahora es de 5,2 billones de pesetas al año.
Por supuesto, su gasto siempre iba supeditado a los "intereses nacionales de Cataluña" ...
¿se entiende?
¡Coño! Vaya "¿se entiende?" más prepotente y arrogante me ha quedado.
Quería decir que se supone que no se lo gastaban todo directamente pero que la influencia de las inversiones de esas cantidades mueven muchas voluntades.
(Sí, lo sé, me sigo explicando como un Pepiño)
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